[BARCELONA] Exposición en Barcelona: “Gyo Shimooka – 27 años: Viaje al Nirvana”

 
Del 15 al 20 de noviembre de 2025, Barcelona acoge por primera vez una muestra dedicada al pintor japonés Gyo Shimooka, un creador silencioso cuya vida y obra fueron guiadas por una profunda búsqueda espiritual.
　
Nacido en Hiroshima en 1948, Gyo Shimooka (nombre real: Tomoyuki Shimooka) dedicó su vida entera a la pintura, lejos de los focos y del reconocimiento público. Falleció en 1999 a los 50 años, dejando tras de sí una obra intensa, íntima y marcada por una obsesión creativa que rozaba lo místico.
　
Durante su juventud fue seleccionado para la Exposición de Kioto mientras estudiaba en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Ryukoku, y posteriormente participó en la Exposición de Objetos del Museo de Arte Contemporáneo de Hiroshima. Tras su muerte, su trabajo fue objeto de diversas exposiciones póstumas en instituciones de su ciudad natal, entre ellas el Museo de Arte de la Prefectura de Hiroshima (2001 y 2024) y la antigua sucursal del Banco de Japón en Hiroshima (2025).
　
Hoy, veintisiete años después de su fallecimiento, su sueño de llegar a España se hace realidad en Barcelona, gracias al esfuerzo de su hermana Noriko Shimooka, quien ha impulsado este homenaje con la colaboración de amigos y admiradores.

 
Shimooka vivió con una entrega absoluta al arte. Su estudio, según recuerda su hermana, era un espacio lleno del deseo de pintar: la cristalización de una obsesión. Incluso en los últimos años de su vida, cuando la enfermedad limitaba su vista y su fuerza, continuó creando durante más de diez horas al día.
　
Sus primeras obras se caracterizaban por tonos oscuros, casi monocromos. Sin embargo, con el paso del tiempo surgieron en ellas colores luminosos, transformando el negro en un recurso que realzaba la luz. En sus últimos años abandonó el óleo para centrarse en el papel, creando piezas de una delicadeza casi espiritual, ejecutadas sobre papel de caligrafía japonesa (hansetsu).
　
“Fue una vida humilde y difícil —recuerda Noriko Shimooka—, pero llena de arte hasta el final. Esta exposición es un deseo de que su obra encuentre, por fin, su propio camino hacia el nirvana.”

 
Él mismo lo cuenta de la siguiente manera: Mi hermano, enfermo, regresó a casa. Cada día, sin descanso, tomaba un lápiz y comenzaba a pegar papeles; cuando podía dedicarse más de diez horas a sus obras, se le veía feliz. Solo deseaba crear, y seguía haciéndolo sin cesar.
　
En un momento dado, de aquellas composiciones oscuras, dominadas por el negro, comenzaron a surgir de repente colores luminosos. El negro dejó de ser un tono sombrío para convertirse en un color eficaz, destinado a resaltar la luz. En los últimos años de su vida, cuando su vista ya se debilitaba, abandonó el óleo para centrarse en trabajos sobre papel.
　
Llevó una vida sin nombre, pobre y difícil, y hace veintisiete años se marchó, con solo cincuenta años.
　
Desde hace dos años, gracias a la invitación de antiguos amigos de mi hermano, he tenido la oportunidad de dar aire a sus obras, de permitir que vuelvan a respirar. Al contemplar la resplandeciente Sagrada Familia, pensé: “Ojalá también las obras de mi hermano puedan recibir un poco de esa luz”. Con ese deseo traje a Barcelona sus piezas realizadas en papel de caligrafía japonesa (hansetsu), simples y serenas, pero con una fuerza misteriosa propia del arte contemporáneo.
　
Organizamos esta exposición con la esperanza de que las obras que mi hermano creó con toda su vida puedan, por fin, recorrer su verdadero camino hacia el Nirvana.
　
Noriko Shimooka (Hermana de Gyo Shimooka)