Fotografía: Donald Tusk, Shinzō Abe y Jean-Claude Juncker (de izquierda a derecha) 17 de Julio 2018 / Fotografía realizada por Etienne Ansotte. Fuente: EC - Audiovisual Service.

Fotografía: Donald Tusk, Shinzō Abe y Jean-Claude Juncker (de izquierda a derecha) 17 de Julio 2018 / Fotografía realizada por Etienne Ansotte. Fuente: EC – Audiovisual Service.

 
Un Análisis del Progreso y las Oportunidades Creadas desde la Implementación del Acuerdo en 2019
 
El 1 de febrero de 2019 marcó un hito en las relaciones comerciales globales con la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Económica (EPA) entre la Unión Europea y Japón. Este acuerdo, que hoy celebra su cuarto aniversario, no solo ha redefinido el comercio entre estas dos potencias económicas, sino que también ha establecido un modelo de colaboración y apertura en un contexto de crecientes tendencias proteccionistas.
 
Jean-Claude Juncker, entonces Presidente de la Comisión Europea, lo describió en su momento como un mensaje al mundo sobre el futuro del comercio abierto y justo. Con un mercado conjunto de 635 millones de personas y casi un tercio del Producto Interno Bruto mundial, el EPA ha acercado a Europa y Japón más que nunca, ofreciendo a los consumidores más opciones y precios más bajos, y protegiendo productos emblemáticos como el Tiroler Speck austriaco o el Kobe Beef japonés.
 
Cecilia Malmström, Comisaria de Comercio en ese entonces, enfatizó la eliminación de aranceles y la contribución al marco normativo global, destacando el impacto positivo en fabricantes, proveedores de servicios, startups tecnológicas y agricultores. Este acuerdo fue el primero en integrar compromisos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, estableciendo altos estándares para derechos laborales y protección al consumidor.
 
El EPA UE-Japón ha impulsado el comercio de bienes y servicios y ha creado oportunidades de inversión, mejorando la posición de exportadores e inversores europeos en el gran mercado japonés, al tiempo que garantiza la protección de los estándares y valores de la UE. Este acuerdo va más allá de las cuestiones comerciales, fortaleciendo significativamente la asociación entre Europa y Japón.
 
Entre sus aspectos clave, el acuerdo prevé la eliminación de aranceles aduaneros, con más del 90% de las exportaciones de la UE a Japón libres de aranceles desde su entrada en vigor. Una vez implementado en su totalidad, Japón eliminará aranceles aduaneros en el 97% de los bienes importados desde la UE. Esto representa un ahorro anual de aproximadamente 1.000 millones de euros en aranceles para los exportadores de la UE.
 
El impacto en el sector agrícola y de alimentos ha sido significativo, con Japón como un mercado de exportación de alto valor para los agricultores y productores de alimentos europeos. El acuerdo ha eliminado o reducido drásticamente los aranceles en productos donde la UE tiene un interés exportador importante, como el cerdo y la carne de res.
 
Además, el acuerdo reconoce y protege en el mercado japonés a más de 200 productos agrícolas europeos con Indicaciones Geográficas. En cuanto a los productos industriales, los aranceles han sido completamente abolidos en sectores donde la UE es altamente competitiva.
 
En el primer aniversario del EPA, se observó un aumento del 6.6% en las exportaciones de la UE a Japón, superando el crecimiento promedio de los tres años anteriores. Sectores como la carne, productos lácteos, bebidas, artículos de cuero y maquinaria eléctrica vieron incrementos aún mayores. El EPA ofrece nuevas oportunidades para empresas de la UE de todos los tamaños para exportar a Japón, eliminando la mayoría de los aranceles que se cobraban anualmente en las exportaciones de la UE a Japón.
 
Ejemplos específicos del impacto del acuerdo incluyen a la empresa española de calzado Masaltos, que se ha vuelto más competitiva en el mercado japonés, y la cooperativa francesa HEMP-it, que ha fortalecido su colaboración en Japón gracias al EPA.
 
En conclusión, el cuarto aniversario del EPA UE-Japón es un momento para reflexionar sobre los avances significativos y las oportunidades creadas. Este acuerdo no solo ha fomentado el crecimiento económico y la cooperación, sino que también ha reafirmado el compromiso de ambas regiones con el comercio abierto, sostenible y basado en reglas. Su éxito demuestra que la cooperación y el multilateralismo son las claves para enfrentar los desafíos globales, estableciendo un precedente importante para futuras negociaciones comerciales internacionales.